Las características principales de un Athame es que debe de tener mango negro y lo más frecuente es que tenga doble filo. Los artilugios que pueda contener un Athame le dan las características que el brujo necesita para trabajar con él; estás son, la estructura de la hoja y el mango, la simbología que posee como mecanismo de protección y utilización, así mismo los materiales con los que está fabricado.
Estos materiales con los que puede estar fabricado un Athame es, plata, cobre, bronce o piedra, como la obsidiana, esto dependiendo el fin de su utilización. Puede contener aplicaciones de madera, como el mango.
Es la representación del Dios, ya que simboliza el falo. Como herramienta activa -y ya mencionado anteriormente que canaliza la energía-, está proyecta lo que el brujo desea, ya que al utilizarla se vuelve una extensión de sí mismo.
Representa el elemento aire, el mundo de las ideas, ya que estás al igual que el Athame también cuenta con doble intensión, así como este con su doble filo.
Es utilizado para cierre de círculos, invocación a los elementos, abrir y cerrar puerta en el círculo, así como también para bendecir el agua (ya que es una alegoría de la fecundación que se lleva a cabo entre el Dios (Athame) y la Diosa (el caldero ó cáliz); esto mencionándolo dentro de un ritual. Otro uso es desterrar por medio de la canalización de este, así como introducir o dirigir la energía hacia algún objeto, persona, etc.
El Athame es una herramienta de protección ya que con sus hojas puede cortar las energías así como canalizar el campo energético del brujo.
Con él no se puede hacer ningún corte a hierbas, así mismo, no es necesario que esté afilado, para ello se utiliza un instrumento en específico.
Pamela
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