Carta V del Arcano Mayor
El arcano del Sumo Sacerdote nos abre las puertas del pensamiento. Representa el aspecto lunar de la fuerza masculina, correspondiéndose con la Sacerdotisa como lo positivo con lo negativo, y es la contrapartida espiritual de la energía material de el Emperador, ya que, mientras éste afirma su fuerza activa, el Sumo Sacerdote comunica su saber.
Si la Sacerdotisa nos habla de una sabiduría inconsciente, El Sumo Sacerdote nos muestra el fruto del pensamiento que procesa los mensajes del inconsciente y los transmite en forma de revelación y comprensión.
Este arcano corresponde al número V, y el cinco es la cifra del hombre considerado como el mediador entre Dios y el Universo. Él es el Pontífice (Pontifex), el constructor de puentes entre el mundo material y la sustancia espiritual.
El Sumo Sacerdote es asimismo el guardián de las verdades del espíritu, a la vez que su ministro y revelador, y su acción se manifiesta en todas las áreas del pensamiento, especialmente en aquellas que buscan la comprensión del Universo, como la teología o la filosofía.
Este arcano muestra la capacidad de analizar y comprender los datos recibidos a través de los sentidos; es la manifestación de la función psíquica del pensamiento, representa el “animus” o aspecto masculino del espíritu, complemento del ánima, que es su aspecto femenino. Asimismo, simboliza la actitud ética, y es al mismo tiempo la revelación, el maestro interior y la voz de la conciencia.
En una tirada el Sumo Sacerdote es una carta de conocimiento.
Como persona: Representa a una persona madura, sabia, cultivada, equilibrada y con experiencia, capaz de aconsejar o ayudar moralmente o intelectualmente.
Como resultado: Siempre es positiva si se trata de un resultado, pero indica mucha fuerza de voluntad para conseguirlo y que se sepa si de verdad es eso lo que se quiere. Si el resultado es negativo, será insuperable, pero recomienda afrontarlo de todas formas, de lo contrario le quedará eso pendiente y puede traerle problemas.
En el Rider El Sumo Sacerdote muestra a un anciano, símbolo de lo sagrado y permanente, tocado con la tiara papal, que es la representación del poder que ejerce sobre los tres niveles del Cosmos: celeste, terrenal e infernal. Está sentado entre las dos columnas del templo de Salomón, Yakin o Jakin, la de la derecha y Boaz, la de la izquierda; ambas son la imagen simbólica de la construcción absoluta y esencial. Su privilegiada posición le convierte en el eje de esta edificación primordial y le coloca ritualmente en el centro del Universo.
Con la mano derecha, el Papa bendice con un gesto ritual (que representa la doctrina revelada y la oculta) a los acólitos, representantes de las dos vías iniciáticas, la activa y la pasiva, que se encuentran postrados ante él, y con dicho gesto les transmite la sabiduría y los inicia en el conocimiento de los misterios. En la mano izquierda sostiene la cruz papal, formada por tres travesaños o brazos, que es el emblema de su cargo y que simboliza la potencia creadora manifestándose en los tres mundos: el divino, el intelectual y el físico y también representa las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
Ambas manos se ocultan en guantes marcados, con el signo de la Cruz de Malta, lo que revela la capacidad del Papa para transmitir las claves teóricas de la iniciación. La casulla o capa púrpura que cubre la túnica azul manifiesta su soberanía sobre el mundo espiritual, así como su capacidad de revestir el verbo del espíritu con la carne de la enseñanza, convirtiéndose por ello en el representante de Dios en la Tierra, y en el transmisor de su palabra. Las dos llaves cruzadas que hay a sus pies simbolizan el acceso a los misterios del tiempo y de la vida venidera
La escena se representa dentro del Templo, simbolizando así que la revelación se produce siempre en el interior del ser humano.
El Sumo Sacerdote representa los dogmas teológicos, y es el canal por el que llega la gracia divina.
Alejandrina
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